Los seres vivos se adaptan al medio en que viven para asegurar la supervivencia de la especie. Esto ha permitido la proliferación de distintas formas de vida en los ambientes terrestres y acuáticos.
La
clave de la diversidad de los seres vivos en el planeta es la adaptación
a los factores
abióticos como la temperatura, la luz, la
salinidad, la humedad; y a los factores
bióticos, representados por la acción de
los otros organismos.
¿Qué entendemos por adaptación?
Adaptación
es el proceso por el cual un organismo desarrolla la capacidad para sobrevivir
en determinadas condiciones ambientales. Dicha capacidad de supervivencia puede
ser una característica física o un cambio de conducta que se transmite de
generación en generación.
Características del ambiente acuático
El
ambiente acuático presenta una serie de condiciones que facilitan la adaptación
de los seres vivos. Por ejemplo, mantiene la temperatura estable durante todo
el año; contiene sales minerales disueltas que pueden aprovechar los
organismos, al igual que gases como el dióxido de carbono que se utiliza para
fotosíntesis y oxigeno que se emplea en la respiración.
Adaptación de los vegetales al ambiente acuático
La
mayor parte de los vegetales que realizan la fotosíntesis que habitan en el
ambiente acuático son algas.
A diferencia de los vegetales las algas no tiene un cuerpo formado por raíz,
tallo, hojas, flor y fruto; su cuerpo consta de una porción aplanada llamado talo.
Por
lo general, las algas de las aguas marina viven adheridas a rocas para resistir
la acción de las olas, o flotando en las regiones de alta mar.
Adaptación de los animales al ambiente acuático
Los
animales también se adaptan al contaste movimiento del ambiente acuático para
poder desplazarse, capturar su alimento, reproducirse, relacionarse con los
demás seres que le rodean, escapar de sus enemigos y protegerse.
De
esta manera, estructuras como las aletas, la cola y las branquias, entre otras,
permiten su desarrollo y evolución en este medio.
Hay
animales marinos que permanecen fijos como los corales para lo cual han
desarrollado estructuras que le permiten adherirse al suelo.
Características del ambiente terrestre
El
ambiente terrestre se caracteriza por presentar variedad de climas en las
distintas regiones geográficas del planeta y esto se debe en gran parte a la
influencia de factores como la temperatura, la humedad, la lluvia, los vientos,
la luminosidad y el suelo. Todos estos factores se relacionan entre si y la
variación en cualquiera de ellos implica cambios en los demás.
Además
el ambiente terrestre se ve afectado por la capacidad de los suelos para
observar y retener agua, suministrar nutrientes, etc.
Adaptación
de los vegetales al ambiente terrestre
Las
adaptaciones de las plantas al ambiente terrestre se generan en función del
clima y del tipo de suelo de cada región.
Un
ejemplo típico de adaptación es el cactus que transforma sus hojas en espinas
para evitar la deshidratación. Así mismo, las espinas protegen el tallo de los
animales que intentan tomar el agua que se almacena en su interior.
Las
modificaciones que presentan los tallos
de las plantas permiten clasificarlos en:
Adaptación
de los animales al ambiente terrestre
Los
animales presentan una amplia variedad de adaptación que dependen del medio en
el cual se desarrollan y de la necesidad puntual del organismo. Así se tienen
adaptaciones al desplazamiento, a la alimentación, a la respiración y de
protección.
Adaptaciones
al desplazamiento
En
invertebrados como los insectos encontramos alas y patas de diferentes tamaños y formas que suplen sus
requerimientos. Por su parte, los gusanos al no tener patas han desarrollado
unos poderosos músculos bajo su piel que
al contraerse y relajarse les permiten desplazarse de un lugar a otro.
Los
vertebrados presentan características diferentes para su desplazamiento, porque
poseen un esqueleto interno y un sistema muscular desarrollado.
De
esta manera anfibios como la rana, reptiles como el cocodrilo y mamíferos como
la vaca, el gato y el perro, poseen cuatro extremidades para desplazarse.
Las
aves también poseen cuatro extremidades, dos de las cuales se ha modificado en
alas que se utilizan para volar. Pero además su cuerpo es aerodinámico y
bastante liviano.
En
el ser humano las extremidades anteriores se han diferenciado transformándose
en brazos, y solo utilizan las extremidades posteriores para su desplazamiento.
Adaptaciones
a la alimentación
De
acuerdo con el tipo de habito alimenticio que tenga un animal se desarrollan
modificaciones en su dentadura, de manera que se pueden clasificar en tres
grupos: herbívoros, carnívoros y omnívoros.
- Herbívoros: Son animales que se alimentan de material vegetal, lo que incluye hojas, frutos y semillas tienen bien desarrollado sus dientes incisivos como la ardilla y el castor.
- Carnívoros: Su alimentación esta basada en la carne. Son depredadores naturales de otros animales. Se caracterizan porque presentan en su boca dientes caninos o colmillos muy afilados que les sirven para desgarrar, incisivos que le permiten cortar y molares para moler o triturar.
- Omnívoros: En este grupo se encuentran animales que consumen carne y vegetales. Tal es el caso del jabalí, el cerdo, el oso y el humano. Respecto a su dentadura, los omnívoros poseen dientes tanto para moler los vegetales, como para corta y desgarrar la carne; es decir, molares, incisivos y caninos.
Adaptaciones
a la respiración
En
animales invertebrados como moluscos
y anélidos, la respiración ocurre a través de
la superficie corporal.
En
los insectos,
el intercambio de gases entre el organismo y el medio se realiza a través de
una red de tubos ubicados a lo largo del cuerpo conocida como tubos traqueales.
Los
vertebrados mas evolucionados como anfibios, reptiles, aves, mamíferos,
presentan pulmones,
un par
de estructuras esponjosas que se inflan y se contraen para permitir el ingreso
de oxigeno y la salida de dióxido de carbono.
Adaptaciones
de protección
Las
modificaciones que los animales han desarrollado en su cuerpo para protegerse
de diversos factores de tipo ambiental son variados. Por ejemplo, el oso polar
posee una capa de grasa bajo su piel que aísla su cuerpo de las bajas
temperaturas de su hábitat y le permite incluso nadar en las frías aguas de los
polos para cazar sus presas.
Otro
caso como las tortugas, debido a su poca agilidad para desplazarse, cuentan con
un caparazón para protegerse de sus depredadores.